CEBO PARA HORMIGAS

Resulta muy fácil de preparar y resulta muy poco agresivo para el medio ambiente, lo cual lo convierte en un sistema perfecto para ser utilizado tanto en uso doméstico como en el campo.
Material necesario:
Acido Bórico , lo encontraréis en forma de polvo blanco, está permitida su venta para usos domésticos sin ninguna clase de autorización, a pesar de que hasta hace poco se permitía su uso alimentario , en la actualidad este uso está totalmente prohibido.
Azúcar
Agua


Cebo, nosotros utilizamos pan duro, en combinación con el azúcar la tentación es irresistible para las hormigas. También pueden utilizarse salvados (se manejan peor) o incluso un pedazo de algodón (del de limpiar heridas)
Mezclar entre 15 a 20 grs. de Bórico con unos 70 grs. de azúcar, añadir 700cc de agua y agitar hasta la disolución total del ácido Bórico. Puede que tengáis que agitarlo dos o tres veces, dejando media hora de reposo entre medias.


Si os excedéis con el azúcar no pasa absolutamente nada, resulta más atrayente, simplemente. Respecto al Bórico, deberéis controlar su efecto una vez colocado el cebo: en exceso -y esto depende del tipo de hormigas- se morirán junto al cebo, y habrá que reducir algo su proporción en la mezcla, lo importante es que se lo lleven al hormiguero y terminen alimentando a la reina con él y en ese momento se terminó el problema.


Una vez conseguida la disolución del a. Bórico, está listo y puede utilizarse, se empapa una cantidad adecuada del cebo escogido y se coloca en el camino de paso de las hormigas. En casa el mejor sistema es en un frasco no demasiado grande, en cuya tapa se perfora un agujerito suficiente para que las hormigas puedan entrar y salir, ellas solitas encuentran el camino. 


En el campo, después de evaluar distintas posibilidades, nosotros decidimos utilizar unos trozos de tubo de hierro que habían sobrado de otros trabajos ( y probablemente fáciles de conseguir en cualquier taller de cerrajería, no importa si son redondos o cuadrados) por sus ventajas: son impermeables, protegen al cebo de la luz solar directa, son pesados y difíciles de mover por el viento, con fácil entrada y salida y finalmente, impiden el acceso al cebo de los perros, que también podrían sentirse atraídos por el pan duro con azúcar.


UNAS NOTAS SOBRE EL ACIDO BORICO
Pese a que fue preparado por primera vez en el S. XVII por Wilhem Homberg, no fue registrado como insecticida hasta 1948 . Pero lo más curioso es que sabemos que ya se utilizaba con fines medicinales, para limpiezas y como insecticida por los griegos, mucho antes del nacimiento de Cristo.
Esto es posible porque el ácido Bórico existe libremente en la naturaleza, se localiza en zonas volcánicas, el mineral se llama “sassolita”, también como componente de numerosos otros minerales, él y sus sales están presentes en el agua marina y existe naturalmente en las plantas y muy especialmente en los frutos.
Es un compuesto (H3 BO3) muy ligeramente ácido, que constituye un poderoso antiséptico por lo que sus usos medicinales son incontables.
Se ha utilizado, y se utiliza, para tratar quemaduras leves y heridas , forma parte de numerosos preparados y pomadas, muy diluido se emplea para lavado de los ojos (colirios) , en otitis externas, lavados vaginales antibacterianos, como tratamiento para el acné, como protección contra el “pie de atleta”, para combatir el “olor” de pies…
También previene y destruye la podredumbre de la madera y la protege contra el ataque de insectos, incluso en ambientes marinos.
Y antes de su prohibición , ha sido ampliamente utilizado como conservante alimentario, sobre todo de mariscos, el sabor al ácido bórico era la mejor prueba de que esas gambas que te habían vendido como frescas, eran en realidad descongeladas, para esto-desgraciadamente- se sigue utilizando ilegalmente.

PREVENCION DE ATAQUES DE HONGOS EN LOS TOMATES

En climas secos y/o altitudes medianas  ( los 700 u 800m de las dos mesetas ) pueden no ser el peor problema de tus tomateras, pero en altitudes cercanas al mar y con clima húmedo y cálido , como el nuestro, los ataques fúngicos son –con diferencia- el peor problema, tanto como para arruinarte la cosecha en muy pocos días, oidio, mildiú, fusárias, alternaria…etc. están ahí ,agazapados y dispuestos a destrozar tus plantas a la menor oportunidad y aquí esas oportunidades ,por desgracia, abundan.

Este método, que nosotros conocimos en Valencia hace ya 20 o 25 años resulta barato, ecológico y eficaz, si no al 100% , si lo suficiente como para ,con el complemento de las fumigaciones con equiseto (cola de caballo) quitarte muchas preocupaciones.



El material que vamos a utilizar es un trozo de cable eléctrico, que pelamos dejando los hilitos desnudos, estos hilos son de cobre sin barnizar, cuidado de no utilizar hilo procedente de un bobinado de un juguete o similar, ese hilo está barnizado con un aislante y no serviría de nada.



Cortamos trozos de 3,5 o 4 cm, con un estirón entre el índice y la uña del pulgar quedarán enderezados y “afilados” para poder usarlos.




Justo antes de llevar los plantones del semillero a la tierra, clavaremos un trozo de estos en el tallo de la plantita, ojo, a la altura suficiente como para que NO quede enterrado en el momento del trasplante.


Quedará atravesando el tallo y asomando un par de centímetros por cada lado, según el tallo valla engrosando, el hilo de cobre irá quedando cada vez más cubierto por el tallo.

Mariano Bueno, en su libro el “Huerto Familiar Ecológico”, describe un método muy parecido: “uno de los salientes del hilo, se deja más largo y se enrolla alrededor del tallo” pero cuidado, ese arrollado debe hacerse con las vueltas muy separadas y relativamente flojo, si las vueltas están muy juntas puede estrangularse el tallo principal y perderse la planta.

Finalmente, si se trata de tomateras de mucho porte , tipo Raf o Corazón de Toro p.ej., no estaría de más ir pinchando más alambres en cada uno de los tallos laterales que la planta va produciendo, nosotros hemos comprobado que en estas plantas de enorme desarrollo el efecto protector puede no alcanzar a la totalidad de la planta adulta.

CRIBADORA ELECTRICA

A partir de ciertas edades…(las nuestras), pasarte una mañana entera cribando el compost a mano, te deja el cuerpo…¿Cómo diríamos… perjudicado? , si eso : bastante perjudicado. Y la idea no es ni nuestra ni nueva, en mi niñez veía a los albañiles cribando la arena con artilugios muy parecidos a este.
Así que después de evaluar un poco la forma y los materiales disponibles dijimos: ¡ a ello ! ,tras probarla, nunca nos alegraremos suficiente de haberla construido.

Este articulo no pretende ser un tutorial paso a paso, ni daros unos planos exactos de construcción, solo algunos detalles importantes  a tener en cuenta y las fotografías suficientes para que cada cual llegue a su propio diseño si decide meterse a constructor de SU máquina.



La tolva está construida con chapa galvanizada de 0,5 mm, muy fácil de encontrar y de trabajar, los  pocos dobleces necesarios están hechos a martillo, sujetando la chapa entre dos listones RECTOS de madera.
Detalle IMPORTANTE, la altura de la parte baja de la tolva debe permitiros meter y sacar con comodidad una carretilla, esto condiciona la altura final total , que debe ser cómoda para palear el material a cribar.



Uno de los frentes  -el opuesto al motor- está completamente libre, para poder colocar la carretilla bajo la tolva.



Los arriostramientos laterales en diagonal, son IMPRESCINDIBLES,  de no tenerlos, la máquina duraría menos de tres minutos en marcha, se desarmaría totalmente con las grandes vibraciones que sufre, cuanto más fuertes y sólidamente unidos  mejor.
¡Por cierto!  ni se os ocurra utilizar cola en ninguna parte, se rompería. Todas las uniones tienen que hacerse (como en toda carpintería para exterior y sujeta a movimientos) con tornillos y tuercas.



En el lado donde se monta el motor, hemos fijado un travesaño muy fuerte para poder “apuntalar” la plataforma en que se fija el motor; lógicamente , debe quedar por encima de la altura más baja de la tolva para que no estorbe a la rueda de la carretilla, que siempre va a asomar por este lado.



Los residuos demasiado gruesos que quedan sobre la malla de cribado, los retiramos a mano para devolverlos al compostero.
Como malla hemos utilizado una electrosoldada de 6x6 mm, nos habría gustado más una de plástico de medida parecida, que habría soportado mejor el clima marítimo, pero no conseguimos localizar nada útil. En todo caso si vivís en un ambiente menos húmedo y salino que el nuestro la electrosoldada puede funcionar muy bien por mucho tiempo.



Y una vez finalizado el trabajo, toda la bandeja cribadora puede desmontarse para vaciarla totalmente de las virutillas imposibles de sacar de otra forma.



Este es el resultado final de nuestro cribado, un mantillo perfecto para acolchar o para nuestros semilleros.
Vemos también las ruedas sobre las que se desliza la bandeja cribadora, en nuestro caso utilizamos unas muy fuertes, de hierro, procedentes de una cama de principios del SXX, seguramente resultará más fácil conseguir unas modernas ,de goma o nylon y además la cribadora resultará más silenciosa (la nuestra es una escandalosa). Las que impiden posibles desplazamientos laterales son de una silla de despacho (también de chatarrería, claro) cortadas por la mitad para utilizar una “media rueda” en cada apoyo.



Esta es la “planta motriz” de nuestra cribadora, un antiguo motor extraído de una lavadora. Se utilizaron solamente los dos cables que mandan el giro LENTO del motor, que ya es más que suficiente.
El interruptor  “marcha-paro” es de un limpiaparabrisas de coche, procedente de un desguace.
Las escuadras de fijación del motor a SU plataforma son trozos de una vieja estantería metálica, son perfectas por que ya tienen hechos los taladros con medidas exactas. Y hemos dicho SU PLATAFORMA (la que está pintada de amarillo), porque esta es independiente,  de esta forma al finalizar el trabajo o en caso de lluvia, podemos desmontar el motor con solo quitar cuatro tuercas y guardarlo en sitio protegido y seco;  igualmente , si queremos ,también podemos guardar la bandeja cribadora.
Al ser un motor antiguo, tiene un poleín suficientemente grande como para poder atornillar a él directamente (es de aluminio) con tres roscachapas potentes, el buje de madera en el que se engancha la biela. En el buje se monta un tornillo con la cabeza embutida (por eso es tan grueso) y el vástago hacia afuera, entre este vástago y la biela se montó ,con una tuerca a cada lado, un rodamiento de 8 x 20 x 7,…que conseguimos al desmontar un viejo taladro quemado.
Tanto el buje como la biela pueden hacerse con cualquier madera dura: haya, encina, iroko  que no tenga nudos ni grietas.
El enganche de la biela con el reenvio de la bandeja es otro tornillo de M8, la parte roscada que entra en la armella está protegido del golpeteo con un trozo de manguera de riego por goteo, este protector ,a su vez, se sujeta simplemente con una arandela de ala ancha y una tuerca.



Aquí vemos la plataforma solidaria a la estructura y los cuatro espárragos que sirven para fijar la plataforma del motor, estos espárragos también salieron de una lavadora (es increíble la cantidad de cosas útiles que hay dentro de una lavadora estropeada) son de M8 y bicromofosfatados.
También vemos el reenvío a la bandeja cribadora, es una simple armella con rosca de M8, que se puede encontrar en cualquier ferretería de pueblo.

Finalmente , si os metéis en faena y os surgen dudas…que surgirán, en nuestro correo tindaracursos@gmail.com   os resolveremos…lo que sepamos resolver, claro.